Desgarro

Partido en dos, por la mitad, 
desgarrado, desprendida la retina,
esa piel tan fina,
me vuelve a derrumbar.

Nadie viene a por mi,
Pienso que no me van a rescatar.
El viaje tiene un coste infinito,
esta niebla oscura y densa.

Pirata de lado izquierdo.
Me puse de espaldas a la luz,
De espaldas a la vida no hay nada.
De espaldas debes llevar una cruz.

La verdad es solo un desgarro.
La verdad es solo un cuento malo.
La verdad es grosera
con los pies llenos de barro.

La verdad tozuda vino a quedarse.
Y, sin avisar,
me rompió de nuevo,
en pedazos.

Simple man

Hola:
Quisiera ser un hombre sencillo.

Alejado del pasado
sofisticado.
No puedo olvidar
todo lo que pasó.
Y sin embargo,
cada día,
me encargo de recordar.

Quisiera ser un hombre sencillo.
Y nada más.

Renunciar a todo
y volver a empezar
por lo básico,
tratando de aprender
que lo mejor por hacer,
sin duda,
es amar.

Quisiera ser un hombre sencillo.
Y nada más.

Oler los colores de las flores,
caminar descalzo,
parar a mirar,
dejar de correr
a toda velocidad.
Dibujar en una pared
un sol pequeñito.

Quisiera ser un hombre sencillo.
Y nada más.

Andar de la mano
de mis niños en el campo,
escuchar sus risas
y mi llanto.
Sentir la lluvia en mi cabeza,
en mis manos.
Volver a casa sin prisa.

Quisiera ser un hombre sencillo.
Y nada más.

Morir despacio,
tarde,
en un sitio lejano
a la orilla del mar.
Dejarme difuminar,
volverme transparente,
volver a cantar.

Quisiera ser un hombre sencillo.
Y nada más.

Demasiado

Demasiado tiempo en guardia, 
en alerta extendida.
Demasiado a la defensiva,
que cuando tocó ser feliz
no puedes.

Demasiado mayo,
demasiadas flores,
que ni siquiera los colores
radiantes, fuiste capaz de ver.

Y ahora, al amanecer,
llegaron lágrimas de pena,
admites tu última condena,
que rompe tu felicidad, otra vez.

Demasiado Cádiz,
bullicioso, callejero.
Demasiada gente sin alma,
para recuperar una calma
que te niega tu memoria.

Y, a pesar de las ganas,
de los esfuerzos y los miedos,
tu destino te hizo un quiebro,
y tienes que volver
a borrar y empezar.

Que la vida es un tango
que aquí cantan por bulerías.
¡Menuda suerte la mía!
Entre la Viña y el Mentidero,
Llorando me voy de aquí.

Esto es esta locura
que sólo la cura
el amor por tí.

Corazón nuevo

Y, cuando la nieve 
cubra mis sienes,
mi pelo, mi cara,
mi cuerpo, mi ser,
sepas que, debajo,
hay un corazón nuevo
latiendo fuerte por tí.

Necesidad no tengo.
Es fuego.
Sólo presiento
la búsqueda de tu abrazo,
el sentimiento de ser querido,
ese gesto correspondido,
ese beso de amor.

Ni ambición, ni lucha.
No hay más reino
ni más poder ansiado,
que estar a tu lado,
serte útil y querido.
Y, si alguna vez malheridos,
sanarnos por amor.

Y sanados,
no olvidemos el pasado,
el presente una constante sorpresa,
Y el futuro, una aventura,
la serenidad más pura,
juntos los dos, por fin.

Que la música nos traiga
la felicidad que buscamos.
La cadencia de las olas,
la calma y la paz
en nuestro jardín preferido,
de las manos cogidos,
tu corazón y el mío,
estrechados.
Corazón nuevo

De pronto, otra vez

De pronto notó como el futuro le vuelve a encañonar.
Por un momento pensó que estaba fuera de ese punto de mira.
Por un momento pudo mirar la punta de ese cañón, y al final del alma, la bala que llevaba su nombre.

Fue la felicidad, sin duda, el escudo más eficaz.
La razón por la que pudo esconderle su figura. Y le perdió.
Pero que fugaz. Que rápido pasó el tiempo feliz.

¿Y ahora qué? Pregunta el pájaro que abandonó su nido, siguiendo el vuelo de su amor.
¿Volver a empezar? pensó un instante, mientras sus ojos nerviosos buscaban desencajados una ayuda.
¿Donde está? ¿Donde perdí su rastro? ¿En que quiebro, en que golpe de viento se esfumó sin darme cuenta, que ahora no le veo?
Será que me entretuve y no atendí su señal.
Y a la puerta del final, cuando fue a mirar, ya no estaba allí.
No puede ser. Esto no puede acabar así. No para de aletear, a todos sitios mirar, atento por si escucha su respirar.

Sólo silencio, sólo.

De pronto, otra vez, solo.
Solo.
De pronto, otra vez.

Never going black again. Fleetwood Mac

Ella se derrumbó y me dejó entrar. 
She broke down and let me in

Me hizo ver donde he estado
Made me see where I've been

He estado abajo una vez
Been down one time

He estado abajo dos veces
Been down two time

nunca volveré otra vez
I'm never going back again

No sabes lo que significa ganar
You don't know what it means to win

Baja y vuelve a verme
Come down and see me again

He estado abajo una vez
Been down one time

He estado abajo dos veces
Been down two time
Mmm

nunca volveré otra vez
I'm never going back again

Fuente: LyricFind
Autores de la canción: Lindsey Buckingham
Letra de Never Going Back Again (Dueto acústico)
© Kobalt Music Publishing Ltd.
… Como lagrimas en la lluvia

A contraluz

Cuento Sultana de Istanbul

Cuanto echo de menos
tú respirar pausado a mi lado
Cuanto tú sonrisa abierta
cuando me ves temprano

Cuanto tú primer abrazo del día
Tú lento comienzo estirando la noche
Soñando bañarnos en aquella piscina
de agua helada y sombras sin reproches

Apenas a dos días de distancia
tú amor me llama a gritos
Yo, entregado, no me resisto
Vuelo a tu lado, mi vida, mi alma

Siento el rugido del leon herido
La trémula melodía del violín
con fuerza y dulzura
Soñar con el perfil de tu figura
a contraluz

Despertar o soñar

Cuento Sultana de Istanbul

Que dulce despertar de luna llena.
Entre el arrullo del amor correspondido.
El primer color de la mañana.
Tus abrazos con dulzura, recogidos.

Si quisieras darme una caricia,
tu que nunca pides nada, generosa,
yo te regalaría mi alma de por vida,
que lo que se da no se reclama. Misteriosa.

Y esta canción escrita en la mesa de un bar (1)

Viaja conmigo en mis sueños, Princesa.
Déjame ser tu Capitán,
que te acompañe y te guarde
en las orillas del Bósforo,
volando las Chimeneas de las Hadas, soñé.
En las calles empedradas de Toledo, seguí soñando,
y viviendo el atardecer en las ventanas de La Alhambra a sus jardines, te abracé.

A ti entrego mi espada,
Mi Reina
Mi tesoro azul
MyQ
Capadocia

P.D.- A menudo preguntas por las razones de lo que escribo, por la verdad, la certeza de cuanto lees. La verdad es que invento casi todo, como si dibujara unos trazos en un papel en blanco torpemente. Y como no se dibujar, no fuera fiel reflejo de la «verdad», y no se pareciera al original.   

Así es en realidad. Escribo prosa poética. Lo que, necesariamente, me separa de la realidad y su parecido.  

Pero hay VERDAD en lo que escribo.   

(1) La realidad es que escribí de pie, parado como un pasmarote delante de un semáforo en verde que no pensaba cruzar, para que no se me escapara ni una sílaba de la inspiración momentanea. Pero esta verdad, como casi siempre, es grosera. Sin embargo la poesía permite dibujar trazos, aunque sean gruesos, para interpretar la realidad.  

Entonces imaginé que escribía los versos sentado a una mesa de un bar, a solas entre la bulliciosa clientela, en una esquina en penumbras.  

Cuando creas, es tuyo, son tus emociones. Cuando lo compartes, es de quien lo contempla. Las emociones que le provocas son únicamente suyas, mientras te quedas traspuesto al otro lado del cristal del espejo.

Cuando sueño contigo

Cuando sueño contigo, 
sueño en la luna.
Y en las estrellas, sus compañeras
de una noche limpia
de primavera,
reflejadas en el agua
de mi jardín.

Cuando sueño contigo
sueño en tus labios.
Y en tus abrazos, interminables
que me hacen sentir
seguro, en casa.
Ojos de miel
y carmín.