Enamorado de Cáceres, sin ser «catovi», como me decían de broma mis nuevos amigos.
Desde aquel día del ayer profundo del siglo pasado, en que convenci a mí jefe de entonces y a mí hermano, ya casi terminada su carrera en la facultad de Ciencias de la Información de la Complutense de Madrid, que deberían conocerse y darse una oportunidad.
Y así les concerté una reunión, casi una cita a ciegas, en la que le preguntó ¿que necesitas que te consiga para trabajar aquí?
- «El Mundo» le contestó rápido Paco. Después, un silencio de sorpresa y una sonrisa abierta de ambos.
- Estás contratado
Así empezó en la publicidad de Cáceres. Así empezó su amor por Cáceres, hasta hoy.
Después el Periódico Extremadura, la locuras de CREAERTE, el máster de San Telmo, otro de periodismo en el HOY, los cursos en la Cámara de Comercio …
Con determinación, con algunas decepciones, pero inaccesible al desaliento, se sumo y potenció la corriente de modernidad poniendo su talante y talento al cambio de esta ciudad antigua, con la educación y el estilo tan propios de Paco, separándose de las tendencias más gamberras de la época, construyendo entre todos la ciudad abierta y moderna que es hoy.
Un matrimonio, dos hijas, el placer de vivir en el centro, la familia, los viajes, buenisimo anfitrión de su ciudad, fueron la guinda de este pastelito.
Inquieto de nacimiento. Ambicioso.
Inconformista (todo puede cambiarse).
Defensor a ultranza de lo suyo y generoso a la vez.
Culto.
Hablador.
Competidor.
Intenso.
Canijo…
Todo esto y mucho más que me callo o se me olvidó.
ENAMORADO,
también de Cáceres, y sin ser «catovi»
Por siempre mi hermano PACO.
1962 – 2025